La memoria de trabajo es un concepto psicológico estrechamente relacionado con la carga cognitiva.
Lo destacado
- La memoria de trabajo está limitada a 4-7 fragmentos de información en cualquier momento, y cada fragmento se desvanece después de 20-30 segundos. La usamos para hacer un seguimiento de la información con el fin de realizar tareas, pero a menudo tenemos problemas para recordar qué información ya hemos visto. Los diseñadores deben ser conscientes de este límite al mostrar información a los usuarios y asegurarse de que sea necesaria y relevante.
- Nuestros cerebros son buenos reconociendo algo que hemos visto antes, pero no manteniendo nueva información lista para ser utilizada. Podemos apoyar el reconocimiento sobre el recuerdo haciendo evidente qué información ya se ha visto (por ejemplo, diferenciando visualmente los enlaces visitados y proporcionando enlaces de migas de pan).
- Coloca la carga de la memoria en el sistema, no en el usuario. Podemos reducir la carga de memorizar información crítica llevándola de una pantalla a otra cuando sea necesario (por ejemplo, tablas de comparación que faciliten la comparación de múltiples elementos).
Orígenes
El término “memoria de trabajo” fue acuñado por George A. Miller, Eugene Galanter y Karl H. Pribram, y se utilizó en la década de 1960 en el contexto de teorías que comparaban la mente con una computadora. En 1968, Richard C. Atkinson y Richard M. Shiffrin utilizaron el término para describir su “almacén a corto plazo”. El término almacén a corto plazo era el nombre utilizado anteriormente para la memoria de trabajo. Otros nombres sugeridos fueron memoria a corto plazo, memoria primaria, memoria inmediata, memoria operante y memoria provisional. La memoria a corto plazo es la capacidad de recordar información durante un breve período (del orden de segundos). La mayoría de los teóricos actuales utilizan el concepto de memoria de trabajo para reemplazar o incluir el concepto más antiguo de memoria a corto plazo, marcando un énfasis más fuerte en la noción de manipulación de información más que en el mero mantenimiento.
La mención más temprana de experimentos sobre la base neural de la memoria de trabajo se remonta a hace más de 100 años, cuando Eduard Hitzig y Sir David Ferrier describieron experimentos de ablación de la corteza prefrontal (CPF); concluyeron que la corteza frontal era importante para los procesos cognitivos más que para los sensoriales. En 1935 y 1936, Carlyle Jacobsen y sus colegas fueron los primeros en demostrar el efecto perjudicial de la ablación prefrontal en la respuesta demorada.